Sobre Mí

Desde hace más de 20 años, la fotografía ha estado en mi vida. No solo como una pasión, sino como una forma de ver el mundo, de capturar momentos y convertirlos en recuerdos eternos. Desde mis primeros pasos con una cámara en las manos, supe que esta sería una parte fundamental de mi vida. Cada disparo es una historia, cada imagen es una emoción congelada en el tiempo.

El primer recuerdo que tiene una amiga de mí es con una pequeña cámara de las Tortugas Ninja© en mis manos, inmortalizando momentos sin siquiera saber que algún día esa pasión se convertiría en algo más que un simple pasatiempo. Aunque la fotografía no es mi trabajo principal, le dedico gran parte de mi tiempo, permitiéndome explorar, crear y conectar con quienes confían en mí para capturar sus instantes más importantes.

Mis primeros pasos en este mundo fueron influenciados por mi padre, quien me tomó mis primeras fotos con un carrete Kodachrome. Esa combinación de nostalgia y técnica me enseñó a valorar la esencia de cada imagen, la importancia de la luz y el instante preciso en el que todo se alinea para dar vida a una gran fotografía.

Hoy, con dos décadas de experiencia, sigo viendo la fotografía con la misma ilusión del niño que sostenía aquella cámara de juguete. Con cada disparo, busco no solo capturar una imagen, sino contar una historia, transmitir una emoción y dejar una huella en quienes ven mi trabajo. Porque, al final, la fotografía es eso: la magia de hacer eterno un solo segundo.